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Ruta de turismo rural para viajar con tus mascotas a Cantabria

Es el lugar perfecto para desconectar de la civilización y no tener que preocuparnos si tenemos mascotas. Se ubica en Tollo, un pueblecito de apenas cuatro casas, en el Valle de Cereceda. Pertenece a la comarca de Liébana, y está a escasos 10 minutos de Potes. Es la Posada de Tollo, una casa rural con más de 400 años y con unas vistas de los Picos de Europa espectaculares que animan a levantarse de la cama y ponerse en ruta.

Pueblo de Tollo, Vega de Liébana

Pueblo de Tollo, Vega de Liébana

El lugar invita a desayunar en su precioso jardín, antes de la sugerencia del día: la visita a Retumbia. Un lugar muy cercano, con acceso desde Valmeo, y perfectamente señalado. Para no perderse, en la posada, Ricardo y Berta siempre te ayudan a preparar tus excursiones.

Aprovechamos este día soleado de primavera y el momento ideal para visitar las cascadas naturales de Retumbia que vuelcan sus aguas al Deva.

El paraje es espectacular. Nadie se imagina lo que allí se ve cuando se llega. Espectacular. Si el escritor Peter Jackson lo hubiera conocido, seguramente lo habría elegido como escenario para sus aventuras de hobbits, elfos y orcos.

Es mágico, atemporal, embriagador y hasta romántico. Ideal para comer el picnic que nos han preparado en la posada.

Sólo falta encontrar el punto idóneo de luz y sombra para degustar los manjares (bebidos y comidos) y reposar, con algún que otro ronquido, bajo la paz de este entorno.

Cascadas de Retumbia

Cascadas de Retumbia

 

Si tenemos ganas de remontar un poquito más, podremos acercarnos a la sierra de la Viorna, y si apuramos, asomarnos al siguiente valle, el de Camaleño, y admirar con la impresión de la cercanía, estos maravillosos paisajes.

También podemos optar por prolongar el reposo. Es un lugar perfecto para la lectura o simplemente escuchar la diversidad de aves que se pueden avistar en la zona con unos buenos prismáticos. El sonido del viento entre sus ramas sintoniza la banda sonora.

Antes de que nos caiga la noche encima, emprendemos la vuelta. Volcamos la vista atrás en varias ocasiones por si algún duende rezagado nos echa en falta. No lo vemos. Algunos, con la fuerza de su imaginación infantil, lo sienten. ¡Qué suerte!

Toca volver a casa, ducharnos y rematar el día con la deliciosa cena que nos preparan los hermanos que han tomado el relevo generacional de la Posada, Roberto y Berta.

Posada de Tollo

Posada de Tollo

Gente especial para un lugar especial. Una antigua casa de labranza rehabilitada con más de 400 años de antigüedad. Un negocio familiar donde el trato personal es su plato estrella (y mira que tienen platos).

Huevos con chorizo en la Posada de Tollo

Huevos con chorizo en la Posada de Tollo

Por cierto, un detalle que no nos parece nada desdeñable: pudimos ir con nuestra perrita Zsa-zsa y que también disfrutara ella, como una más de la familia que es, de todos los espacios de este lugar. Lo recalcamos porque en nuestro caso es el principal condicionante en la elección de los alojamientos. Queremos viajar con nuestra mascota y no es fácil por esta zona encontrar sitios donde las admitan. De hecho, por eso dimos con ellos, y luego, la diosa Fortuna, nos recompensó con este lugar y estas gentes.

Y al día siguiente, ¿qué hacer?. Las posibilidades son muchas y los días de vacaciones pocos, como siempre. Tenemos que establecer un orden de prioridades y gustos. Fuente Dé ya lo conocíamos (en la primera visita a los picos de Europa es visita obligada). ¿Ruta de pequeñas iglesias? ¿Porcieda, la Braña de los Tejos, Dobres, Cucayo?. ¡Qué indecisión!

Braña de los Tejos

Braña de los Tejos

Si hace bueno, a la playa a comer buen pescado. En menos de una hora estamos en Pechón y ya van apeteciendo los sabores veraniegos.

Disfrutamos de la compañía, disfrutamos de las recomendaciones y disfrutaremos de los recuerdos. Gracias.