La Guerras Cántabras, la historia convertida en fiesta
Cuando Corrales de Buelna se transforma en una aldea prerromana llena de festejos
Corrales de Buelna vivirá a partir del próximo 30 de agosto y hasta el 8 de septiembre la duodécima edición de sus festejos más importantes. Desde 2001 esta localidad recrea la guerra entre cántabros y romanos de los años 29-19 AC, en diez días en los que se mezclan la historia, la diversión y la cultura.
Unos festejos diferentes con tribus cántabras y legiones romanas
Los agrestes paisajes de Cantabria que hoy hacen de ella una región con múltiples ofertas de turismo rural fueron también una defensa natural. Una barrera que permitió a las antiguas tribus cántabras ser uno de los últimos reductos en la Península Ibérica contra la invasión romana. Corrales de Buelna recuerda esta circunstancia para crear unas fiestas diferentes.
Durante dos fines de semanas consecutivos, sus vecinos se convertirán en guerreros cántabros, druidas, legionarios, gladiadores, sacerdotes o nobles romanos para hacer de este evento uno de los más turísticos de la Cantabria rural.
Una recreación histórica con el pueblo como protagonista
La esencia de las Guerras Cántabras es la representación histórica de la resistencia de las pequeñas tribus locales ante el poderoso imperio romano, particularmente la Gran Guerra (27-25 ac) que emprendió el emperador Augusto en Cantabria.
Los vecinos de Corrales serán los protagonistas de una representación de los distintos episodios de ese acontecimiento: rituales, deliberaciones, arengas, batallas… Y como colofón, un desfile con los anárquicos cántabros con sus vestidos de pieles y sus rudimentarias armas y los ordenados romanos desplegando sus célebres formaciones de combate.
El campamento festero, el epicentro de la diversión
El día 23 se inaugurará el Campamento Festero, el lugar imprescindible para disfrutar las fiestas, ideal para los que pasan las vacaciones en Cantabria con niños, pues acoge desde juegos a cuentacuentos, pasando por concursos, música folk y talleres.
Otros puntos neurálgicos son el mercado de la época o el poblado cántabro, que reproduce un pueblo de hace 2.000 años y donde se representan aspectos de la vida de entonces, como bodas u otros rituales simbólicos de las tribus.
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