Gastronomía de Cantabria. Los Valles Pasiegos; Vega de Pas, Selaya, Ontaneda
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Gastronomía de Cantabria. Los Valles Pasiegos
La comarca de los valles pasiegos se caracteriza por sus verdes y ricos pastos, en los que tradicionalmente se alimentaban las reses de raza Pasiega, propia de la zona, cuya leche, de alto contenido graso, ha sido históricamente utilizada en los platos más típicos de estos valles, destacando la quesada y el sobao, conocidos y apreciados fuera de Cantabria y en cuya elaboración se utiliza la mantequilla obtenida de la leche de las vacas pasiegas.
Ambos dulces pasiegos se pueden adquirir en numerosos establecimientos o en los mercadillos que se celebran en las villas más importantes con carácter semanal o mensual.
Especialmente famosos son los de la Vega de Pas, Selaya y Ontaneda, donde se concentran la mayoría de los elaboradores de estos deliciosos dulces.
También de origen lácteo destacan sus quesos, el fresco de la Vega de Pas y los quesucos pasiegos, todos ellos elaborados a partir de la leche de vaca.
Pero la zona pasiega es mucho más gastronómicamente hablando. En sus restaurantes se pueden degustar unos sabrosos guisos caseros de alubias blancas y rojas estofadas y excelentes carnes de vacuno, cordero y cabrito. Además, el río Pas, aporta a esta gastronomía el rico salmón, las delicadas truchas y las preciadas angulas.
Como particularidad gastronómica de estos valles, cabe destacar que es tierra de los más famosos barquilleros de España y Francia. Asimismo, fue entre estos parajes donde nació el helado de mantecado a partir de las natillas y que hoy se puede degustar en la localidad de Ontaneda elaborado de manera artesanal. Otro afamado producto de la repostería local son los sacristanes típicos de Lierganes.
Receta
QUESADA PASIEGA
Ingredientes: 1 kg de queso fresco o leche cuajada, 350 g de azúcar, a 125g de harina de trigo, 100 g de mantequilla, 4 huevos, la cáscara de n limón y canela.
Preparación: Batir los huevos junto con la mantequilla fundida y el azúcar,
procurando que no queden grumos. A la masa resultante se le añade queso bien desmenuzado, la harina, la canela y la cáscara de limón rallada. Se bate todo enérgicamente. La crema obtenida se vierte en un molde de 2 ó 3 cm de altura untado con mantequilla y se mete en el horno precalentado a 180° C. Se deja cocer aproximadamente 30 minutos y una vez que esté dorada la parte superior se comprueba con un palillo que el interior esté cocido antes de sacarlo del horno.
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