Parque de las Estelas de Cantabria
Estela gigante de Barros
Las Estelas Cántabras aparecidas junto a la ermita de la Virgen de la Rueda, en el pueblo de Barros, y las dos halladas en el barrio de Lombera, se muestran en una exposición permanente junto a la mencionada ermita en lo que se conoce como Parque de las Estelas de Cantabria.
Se trata de piezas circulares que conservan el espigón de base, de 0,80 metros de ancho, para su colocación vertical. La de mayores dimensiones (Barros II), entre 2,15 y 2,46 metros de diámetro y 3.000 kilos de peso, se encontró fragmentada en 1977 entre los muros de la ermita de Nuestra Señora de la Rueda de Barros y se reconstruyó en el año 1999.
La estela cántabra conocida como Barros I, también llamada La rueda de Santa Catalina o de la Virgen, es de menor tamaño, pero sus dimensiones siguen siendo espectaculares: 1,75 metros de diámetro y 32 centímetros de grosor.
Realizada en piedra arenisca, fácil de labra, al igual que la anterior, presenta una decoración geométrica.
Aunque interpretadas por algunos como testimonios religiosos o funerarios, las estelas que se muestran en Parque de las Estelas de Cantabria continúan ofreciendo a los investigadores numerosos interrogantes sobre su funcionalidad y cronología, existe la posibilidad de que puedan pertenecer a la época romana e incluso posterior.
Fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 1985 y desde esa fecha su imagen forma parte del escudo de Cantabria.