Es la obra gótica más destacada de Castro Urdiales y de Cantabria y tiene los caracteres típicos: amplias naves, elevadas bóvedas, arbotantes y contrafuertes que soportan el peso del edificio. Por sus dimensiones tiene aspecto de catedral.

Data del siglo XIII pero ha tenido algunas reformas. Posee tres naves, la central más ancha y doblemente más alta que las laterales.

La estabilidad de Santa María de la Asunción pasó por problemas que obligaron a colocar arcos tirantes en la nave central, perdiendo algo de vistosidad.

Gótica, de piedra policromada, es una de las más monumentales de Cantabria. Se trata de una Virgen sedente con Niño y un cetro florido. Se encontró emparedada en la capilla de la Blanca, junto a tres tallas góticas” del siglo XIV. Mención especial merece el lienzo del Cristo de la Agonía, de Zurbarán.

Vista exterior
Por esas mismas fechas se estaba construyendo la catedral de Burgos, por lo que su estructura guarda también relación con el gótico francés de la región normanda. Está formada por tres naves paralelas y un ábside poligonal con tres capillas radiales y dos torres macizas que enmarcan la portada.

Interior
Sobresale por la altura de la nave central, que da gran luminosidad al templo. El triforio presenta el mismo diseño que el de la catedral de Burgos. Las bóvedas son de crucería con ligaduras. La escultura no alcanza la relevancia de la arquitectura, pero son dignos de mención sus capiteles vegetales.

Tiene una soberbia imagen de la patrona, Santa María, descrita arriba, en piedra policromada, de finales del s. XIII, y un Cristo crucificado del s. XIV, así como otras obras de imaginería barroca del siglo XVII, como un notable Cristo yacente del taller de Gregorio Fernández y un Cristo de la Victoria, atribuido a Domingo de la Rioja.

En el retablo de la capilla Carasa, mención especial merece el gran lienzo del Cristo de la Agonía, de Francisco de Zurbarán.

Un puerto con historia.

Desde el castillo medieval, que domina el acceso marítimo y protege a la población, se desciende hasta el puerto.

En un peñón dominante destaca el rompeolas que protege el puerto de Castro, con un agradable paseo hasta el extremo. Aquí los romanos vieron un lugar propicio para establecer su Portus Samanum y sacar el hierro que extraían delas minascántabras.