Museo de la Real Fábrica de Artillería de La Cavada (Cantabria)

Está situado en el pueblo de La Cavada,  Riotuerto, Cantabria.

Alberga en su interior toda la información sobre lo que supuso la instalación de esta industria.

Su discurso expositivo, de sencilla comprensión y muy bien ilustrado, sorprenderá a todos los que se acerquen a visitar el Museo de la Real Fábrica de Artillería de La Cavada.

Hay que destacar la maqueta que se encuentra en su interior y que representa el recinto amurallado y dependencias de esta instalación en su estado original, y del que actualmente se conservan elementos distribuidos por el pueblo de La Cavada.

Así mismo en el exterior del museo se pueden observar ejemplos de la producción de esta fábrica como cañones, anclas …

Iniciado el siglo XVII, las necesidades de La Corona de España se centran en el control de las líneas marítimas comerciales, así como en la fortificación y defensa de todos los puertos coloniales.

Se produce un incremento espectacular en la construcción de navíos de guerra, sustituyéndose los cañones de bronce, de menor peso y mayor calidad pero diez veces más caros, por los de hierro colado.

Por otra parte, los sucesivos tratados de paz Que Felipe II y Felipe III firman con Francia, Inglaterra y Holanda hacen que de caigan las industrias armamentísticas de Flandes, lo que obliga a los empresarios de aquellas tierras a instalarse en La Península, concretamente en las localidades montañesas de Liérganes y La Cavada, lo que desemboca en la construcción de los primeros altos hornos de España.

Las grandes inversiones realizadas por los empresarios flamencos Juan Curcio y Jorge de Bande, los excelentes técnicos llegados del norte de Europa, así como los grandes conocimientos de metalurgia que poseían el propio Bande y el sabio español Julio César Ferrufino, dan lugar a que en el transcurso de una década se consiga fabricar cañones con mayor calidad que los extranjeros y un 25% más ligeros.

España pasó a estar a la cabeza en desarrollo tecnológico y los cañones de La Cavada fueron considerados los mejores del mundo durante muchos años.

Museo de la Real Fábrica de Artillería de La Cavada. En cifras: veintiséis mil cañones útiles para el servicio, municiones variadas, millares de piezas destinadas a usos comerciales, domésticos, industriales o de lujo, veinte millones de jornales pagados, diez millones de árboles carboneros podados o desaparecidos, ciento cincuenta mil hectáreas de bosque asoladas, trescientas mil toneladas de mineral de hierro, doscientas cincuenta mil toneladas de carbón vegetal y quince mil toneladas de piedra, consumidas en los altos hornos, reverberos y fraguas, a fin de producir cien mil de hierro colado, elaboradas en unas ciento cincuenta campañas de fundición a lo largo de doscientos años.

La producción de La Cavada multiplicaba por diez la de las mejores ferrerías, llegando a fundirse más de mil cañones en alguna campaña concreta

Enclavado en la zona oriental de Cantabria y atravesado por el río Miera y sus afluentes, el ayuntamiento de Riotuerto cuenta con una superficie de 39 km2 en la que se puede disfrutar de la belleza de sus apacibles paisajes rurales y de la riqueza de sus recursos naturales.

Riotuerto cuenta así mismo con cinco pueblos: La Cavada, su capital, Rucandio, Barrio de Arriba, Angustina y Monte.

La historia de nuestro municipio, cuyo comienzo data en la Edad de Bronce, no se puede entender sin la instalación en 1634, de las Real Fábrica de Artillería de La Cavada, que le supuso pasar a formar parte activa de la historia de nuestro país.

La tradición industrial continuará de la mano de la empresa de tejidos Montañesa Textil S.A., que funcionará durante más de un siglo, hasta su desaparición en 1960.

Estas dos instalaciones han dejado importantes restos de arqueología industrial y monumental, a la que hay que unir la arquitectura religiosa representada principalmente por las iglesias parroquiales de Rucandio, de estilo barroco y declarada Bien de Interés Cultural en 1988, y de La Cavada con un retablo del siglo XVII.

Así mismo existe una importante muestra de patrimonio civil, con casas como la de Ardanaz en Rucandio, la de los Cordero en el Barrio de Arriba, y las numerosas casas de “indianos”. La arquitectura funeraria cuenta con una importante representación en el cementerio de San Andrés.

Esta etapa singular de la historia de España es lo que se ha pretendido plasmar en el Museo de la Real Fábrica de Artilleria de La Cavada.