El Valle de Toranzo, en Cantabria.
Grandes vegas y paisajes de media montaña definen este territorio sobre el que se eleva el monte Espina del Gallego, en el que se han descubierto restos de un asedio romano a un castro cántabro y en el que los días claros se ve una panorámica soberbia.
Imprescindibles en la ruta, las iglesias de Soto Iruz y Villasevil, el casco antiguo de Alceda, las casonas de San Vicente o Castillo Pedroso y, claro, los sobaos y quesadas de Ontaneda.
Villasevil de Toranzo
Su iglesia de Santa Cecilia, del siglo XIII,es el templo más destacable.
En ella tuvieron lugar las bodas entre el infante don Juan, hijo de los Reyes Católicos, y la princesa Margarita.
Cerca, la torre de Villegas, símbolo del poder de esta familia, que pugnó con los Manrique por el dominio del valle de Toranzo.
San Vicente de Toranzo
En esta villa se alza un conjunto de preciosas casonas entre las que destaca la de los Ceballos, la de La Sierra o la casona de Calderón de la Barca que edificara la familia del escritor, así como la torre de Agüero, del siglo XVII, que perteneció a este antiquísimo linaje. Es de propiedad particular.
Cascada de Borleña
Por una pista que sale del pueblo de Borleña, tras una media hora de caminata entre un bosque de ribera aparece al fondo de un barranco el conocido como churrón de Borleña, una cascada por la que el agua se desploma desde una altura de 20 metros entre formaciones pétreas.